6 consejos para sobrevivir a una actuación en una cena de empresa

cena emprea

Estamos en pleno diciembre, el mes de las cenas de empresa. Hace ya muchos años que la mayor parte de mis actuaciones de este mes son en celebraciones de este tipo. Y no es tarea fácil, nada fácil.

Os dejo aquí 6 consejos para sobrevivir a este tipo de actuaciones basados en mi experiencia personal y comentarios de colegas de profesión.

TIPOS DE CENAS DE EMPRESA

Primero, un pequeño resumen de los tipos de cenas de empresa que hay. Sobre todo depende del número de invitados.

Cena de empresa pequeña (no más de 40 personas): Se genera un ambiente íntimo entre el cómico y los comensales. En general el público se muestra más cortado y te deja actuar, pero tiene el problema de que haya poca energía y haya que doblar esfuerzos para conseguir risas y aplausos.

Cena de empresa mediana (entre 40 y 100 personas): La cosa se complica, porque ya se trata de una empresa grande, con varios departamentos y suele haber piques entre mesas. Se forman equipos y de repente todos quieren ser más ruidosos que los compañeros. Hay que ponerlos en cintura desde el principio.

Cena de empresa grande (más de 100 personas): Es importantísimo que el equipo de sonido sea profesional y se escuche perfectamente y con potencia. Y también es vital que haya un escenario elevado, un lugar donde puedas estar y ver a todo el mundo. Con tanta gente, a nivel del suelo, no verás a todos y no sabrás hacia donde dirigir la atención. Va a ser una batalla campal y habrá que lidiar, sobre todo, con la sensación de que habrá un sector amplio del público que no nos hará caso. Si somos capaces de focalizar en las mesas que más atiendan, podremos sobrevivir (si el sonido es, repito, muy potente).

Vamos con los 6 consejos…

1. OLVÍDATE DE HACER TU SHOW

Es prácticamente imposible hacer el show al que estás habituado en locales de monólogos. No lo intentes, porque probablemente no te hagan caso. Tratar de contar historias o hacer rutinas que requieran de mucha atención es muy complicado, porque habrá muchas interrupciones y además, a la gente que va a una cena de empresa no le interesa un monólogo, les interesa que te metas con el jefe, ya que ellos no pueden.

Es decir, tu show habitual lo dejas en casa. Prepárate para hacer algo diferente.

2. RECABA INFORMACIÓN SOBRE LOS EMPLEADOS

Es importante quedar con alguna persona de la empresa (los de recursos humanos conocen a todo el mundo) y tratar de recabar información sobre la estructura de la empresa y las personas más importantes y más llamativas. Desde el jefe hasta el tio más polémico. Apunta todo: gustos, edades, nombres, peculiaridades…

Algunas preguntas que le puedes hacer a la persona con la que hables son:

  • ¿Quien es el que más fiesta monta en las cenas?
  • ¿Tiene el jefe alguna manía o frase mítica?
  • ¿Que hobbies tienen los empleados? ¿Hacéis cosas juntos fuera del trabajo?
  • ¿Hay parejas entre los empleados?
  • ¿Quién es el empleado que más tiempo lleva en la empresa? ¿Y el que menos?

Con toda la información que recopiles repásala y memorízala, pero no trates de hacer gags elaborados, simplemente recuerda que a Pedro le gusta El Señor de los Anillos y Matilde siempre dice que todo le parece estupendérrimo.

3. HAZ AMIGOS ENTRE EL PÚBLICO

Es importante ir con bastante antelación a la cena. No te preocupes, si te dicen que actuas a las 23:30 siempre será una hora más tarde, porque siempre hay retrasos. De todas formas, ve con tiempo. Trata de dejarte ver (si no eres una sorpresa) y si puedes, empieza a interactuar con alguna gente antes de que comience el show. Pregunta qué tal va la cena, si tienen ganas de ver el monólogo… gánate a un par de personas y luego utilízalos como salvavidas.

Si tienes datos y nombres concretos, pregunta a tu contacto quién es quien, para empezar a fichar a las personas que luego utilizarás para que te salven el culo.

4. HACER UN «BENIDORM»

El mejor truco es recurrir a lo fácil, al caca-culo-pedo-pis, a las canciones populares, al «¿¿¿Cómo están ustedes???»… o sea, a hacer un «Benidorm», animación pura y dura. Haced que canten, que salten, que bailen, que griten. Haced que respondan a preguntas fáciles, haz chistes y chascarrillos sencillos. Métete con el jefe, con los de recursos humanos, con Rajoy…

Saca todos los recursos chorras que tengas, las canciones de borrachera, los «camarero, camarero» de Pepe Reina, lo que haga falta para dominar a un grupo de personas que a esas horas de la noche ya no son personas.

5. EL SOCORRIDO SORTEO

Casi siempre hay sorteos de regalos entre los empleados en una cena de empresa. Entérate de si esto es así y ofrécete a ser el maestro de ceremonias del sorteo. Que el sorteo forme parte de tu intervención. La gente estará atentísima al sorteo, son cosas gratis que les pueden tocar. Saltarán de alegría cuando les toque una cesta de navidad o una tele de 32» y se la estarás dando tú (y una mano inocente que será la chica de recepción o la madre del jefe, que está invitada a la cena como no puede ser de otra manera).

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Te los meterás en el bolsillo y lo mejor es que te habrán facilitado el trabajo muchísimo.

6. ÚNETE AL ENEMIGO

Si a pesar de todos tus recursos el show se te va de las manos y de repente tienes a tu lado a un gordo borracho que te quiere robar el micrófono para cantar una ranchera (sí, me ha pasado), no te resistas. Dale el micrófono y azuza al público para que le aplauda. Luego intenta cogerlo y pídele a otro borracho que cante. Y así hasta que pase la peor media hora de tu vida.

[su_quote]Si no puedes con el enemigo, únete a él. [/su_quote]

Los borrachos te lo agradecerán y el resto de asistentes se apiadarán de ti. No trates de razonar con ellos, deja que ellos mismos se pongan en ridículo.

CONCLUSIÓN

Que conste que estoy pintando los peores escenarios. Normalmente las cenas de empresa salen bien y las pocas interrupciones son de buen gusto. Si tratas de dejar de lado las partes más densas de tus rutinas y te vas al humor fácil, si haces alusiones a los trabajadores y sus peculiaridades y si usas el sorteo para ganártelos, quedarán encantados y tu sumarás un punto más a tu barra de experiencia en entornos complicados.

Como en otros espectáculos complicados, una cena de empresa sirve para aprender y adquirir tablas y recursos. Acabarás agotado, pero la siguiente irá mejor.

Feliz navidad y que os toque el gordo  y no el borracho de turno.

Cómico, guionista y zurdo.

1 comentario

Juan

marzo 25, 2015

Lo de «hacer un Benidorm» me ha llegado a la patata

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