Los cómicos y la Marca Personal

branding

El otro día tuve la suerte de asistir a una charla de Andrés Pérez Ortega (@marcapersonal) sobre Personal Branding. Aunque fui en «modo emprendedor» representando a Aira Studio, la vena cómica se activó y realmente me di cuenta de que los cómicos aplicamos muchos de los conceptos de Personal Branding en nuestro trabajo y ahora veréis porqué.

Lo primero: ¿Qué es Personal Branding? Pues no es más que convertirnos en nuestra propia marca, con nombres y apellidos, para venderle al mundo lo que sabemos hacer para solucionarles la vida. Primera coincidencia con la mayoría de los cómicos: utilizamos nuestro nombre real como nombre artístico. No digo que todos los cómicos lo hagan, pero si una gran mayoría.

Al igual que los emprendedores que quieren ser conocidos (y reconocidos) por su nombre, los cómicos también necesitamos diferenciarnos unos de otros, buscar nuestro hueco, nuestro nicho, nuestro público. Cada uno de nosotros tiene una peculiaridad, un estilo «marca de la casa«, una temática cómica determinada, un público objetivo concreto etc… Y es que en el fondo, somos y funcionamos como una empresa unipersonal. 

 

Soy mi propia empresa

Os pongo mi ejemplo. Como cómico, funciono como una empresa porque:

Soy mi propio comercial: Allá donde voy trato de vender mi buen hacer, mi gracia, mi capacidad de captar la atención del público, de hacer reír etc… siempre estoy haciendo labor comercial antes, durante y al finalizar cada bolo.

Soy mi propio gerente: Llevo mis cuentas, mis ingresos, gastos, gestiono lo que voy a cobrar en cada evento.

Soy mi propio administrativo: Creo mis facturas, las envío, llamo cuando no me pagan.

Soy mi responsable de Marketing y redes sociales: Mediante mi blog, mi facebook, mi twitter y el resto de servicios, trato de llegar a más y más gente, para que se enteren de lo que hago y sobre todo, cuándo y donde voy a actuar próximamente.

Tengo departamento creativo y de I+D+i: Todos los días estoy recopilando ideas nuevas para nuevos monólogos y canciones. Además, trato de aprender de otros colegas de profesión.

Tengo un listado de productos que ofrecer: monólogos, canciones, guiones, presentación de eventos, galas, animación….

En definitiva, funciono como una empresa de nombre Víctor Grande, cuyo objetivo es hacer reir a los demás.

 

Cuida tu marca

Como cómicos, debemos tener mucho cuidado y mimar nuestro buen nombre, porque ahí fuera, expuesto a todos, un pequeño error puede marcar la diferencia entre continuar haciendo lo que te gusta o ser condenado al ostracismo. Allá donde vayamos, tratemos siempre de mostrar una sonrisa, de ser amables, agradables, en pocas palabras: lo que se espera de nosotros. Y por supuesto, aceptemos de la mejor manera posible las críticas, siempre que sean constructivas. A los trolls, ni agua. 

Si nuestro trabajo es bueno y si cuidamos mucho a la gente que nos sigue (no solo en nuestras actuaciones, también en las redes sociales) conseguiremos hacernos un huequecillo en el corazón y la mente de los programadores de salas y locales, del público que nos ve y disfruta con nosotros y quien sabe, quizás lleguen nuestras buenas referencias a productoras, que están ávidas de nuevos talentos. Optimista, ante todo.

 

Hacer presentaciones con buen humor

Actualización: Me quedó en el tintero mencionar que la charla de Andrés fue muy amena y divertida. En todo momento utilizó un tono distendido y cachondo, haciendo que las dos horas y pico de charla se pasasen en un «volao». Esto viene a confirmar mi teoría de que con humor, todo entra mejor. ¡No a las presentaciones coñazo! Gracias, Andrés.

Cómico, guionista y zurdo.

Leave a Reply